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Polis: Prologo - Fragmento 1

El núcleo de Terran alimentaba las últimas horas del astro de luz cuando las flotas se divisaron salir de las nubes del abismo. Los impulsores generaban un suave y grave eco que se camuflaba entre los vientos que movían las cascadas ruidosas. Estas se perdían al caer del bloque continental flotante para evaporarse con el calor del centro de este mundo. Dentro de las naves había un ambiente de tensión y estrés colectivo. Cada criatura portaba un arma a la defensiva mientras miraban alrededor, esperando no ver o percibir ninguna señal de peligro. Aunque la campaña estaba comandada por poderosos guerreros y bestias dotados de un poder nunca visto en ningún campo de batalla (exceptuando las guerras de los Celës), aquella flota sabía que en el continente de Erutar habitaba la estirpe más poderosa de los éldon. Historias de Terran por S. Arias

Polis: Prólogo - Imagen promocional

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Portada promocional del Prólogo de Historias de Terrán.  Adicionalmente puedes ver parte del Speed painting del proceso creación.

Fragmento 77 - Polis: Capítulo 1 | 28

Las puertas de las ruinas sagradas fueron abiertas y un ejército de grandes bestias montadas por alakës se desplegaron entre los árboles marchitos al mismo tiempo que los seis pilares se iluminaban y permitían que una bandada de grandes pájaros blancos se elevara por los cielos de Almabos a la luz del astro nocturno que bañaba la marcha de todos los éldon que marchaban desde todos los rincones de Erutar, la misma luz que nutría el tenue brillo del cristal que iluminaba suavemente el interior de Celesthea. Historias de Terran por S. Arias. Todos los derechos reservados.

Fragmento 76 - Polis: Capítulo 1 | 27

En una situación similar se encontraba un alak en una ciudad al oeste. Al borde de un lago de brillo plateado y rodeado por una montaña que lo cobijaba, se encontraba el conocido templo de placer donde la música no paraba nunca. En este estaba el comandante general de Grebon disfrutando entre risas de una bacanal que se celebraba habitualmente después de un duro día de entrenamiento. Pero esta vez había algo particular en el ambiente porque todos hablaban de una despedida. Por órdenes de aquel importante alak bonachón, el ejército se deleitaba con los placeres que les brindaba la ciudad antes de acudir al llamado en el cual fueron convocados para defender al gran árbol titánico que para cada uno de ellos era el pilar de la vida y a quien tenían que agradecer por su maravillosa vida de excesos y paz. Historias de Terran por S. Arias. Todos los derechos reservados.

Fragmento 75 - Polis: Capítulo 1 | 26

Mucho más al norte, en una choza de paja espaciosa y cuidadosamente elaborada en forma circular, se estaba realizando una celebración ligada al festival de lucha que se llevaba en la ciudad de Evergrin, conocida también por ser la ciudad perdida de los bosques. Sin embargo esta celebración era privada y exclusiva solo para la paladina que comandaba a los guerreros salvajes de la ciudad y para los invitados elegidos por ella misma. Aunque se había dado la orden de no permitir el ingreso de nadie, una alaki irrumpió en aquel recinto de manera agitada y solicitando la inmediata atención de su líder. En el centro del recinto sobre un gran somier se encontraba semidesnuda la paladina rodeada por cinco hombres escasos de ropa tomando algún tipo de bebida embriagante. Otros guardias trataron de detener a la intrusa que se detuvo sonrojada por la escena que presenciaba. La mensajera solicitó la atención de la alaki y con la mirada girada para apartar la vista, solicitó la presencia de la palad

Fragmento 74 - Polis: Capítulo 1 | 25

Una vez terminado el discurso, las puertas se abrieron a la orden del comandante del ejército de la fortaleza dorada dando paso a la marcha de los alakës de Copal que tambíen se dirigían al centro de Erutar acudiendo al llamado del príncipe del gran árbol. De los bordes de la muralla se ondeaban pañuelos rojos en señal de despedida y como ritual de buena suerte, mientras que el sol golpeaba fuertemente sobre el mineral pulido que rodeaba la fortaleza. Las hombreras y espadas relucían en un tono de oro que opacaban las cotas de malla que vestía la compañía dirigida por el héroe que había sobrevivido al asedio de su ciudad en la guerra de los túmulos perdidos. Historias de Terran por S. Arias. Todos los derechos reservados.

Fragmento 73 - Polis: Capítulo 1 | 24

Una voz hacía eco a través de los callejones de una fortaleza al este de Erutar. Un discurso era recitado por una voz fuerte y lenta que con una gran elocuencia incitaba a un ejército alak que se preparaba a abandonar sus paredes doradas rumbo a la guerra. Cada palabra se filtraba a través de las aceras y subían por las escaleras hacia las plantas superiores donde se encontraban los ciudadanos de Copal escuchando a su comandante desde los balcones que cruzaban de un lado al otro conectando los caminos de piedra que se alzaban entre las murallas creando varios pisos de casas, locales y estructuras de varias plantas que se aferraban a las paredes de la fortaleza de forma escalada. Historias de Terran por S. Arias. Todos los derechos reservados.

Fragmento 72 - Polis: Capítulo 1 | 23

Las campanas comenzaron a sonar en las ocho torres que rodeaban la catedral y los soldados comenzaron a marchar hacia los barcos que rodeaban la ciudad. El sonido de los pasos armónicos se hicieron eco en todos los rincones de la ciudad y los élkar alados se dispersaron por todo el lago al escuchar el ruido del metal contra el suelo. Las armaduras doradas adornaron los ocho escalones principales por los que se dirigía todo el ejército hacia los puertos. Las velas blancas fueron soltadas para que la gran flota surcará el lago que rodeaba la ciudad rumbo a la orilla donde los esperaban las colinas que rodeaban Alder y un largo camino hacía el gran árbol. Historias de Terran por S. Arias. Todos los derechos reservados.